Mi vida se resume en lágrimas,
lagrimas no derramadas, tragadas con rabia y con tristeza. Unidas a las
palabras que tuve que callar, que no me dejaron decir.
Lagrimas unidas a la frustración
de no poder expresarme, de no sentir el valor de mi persona. Lagrimas tan
tristes que estuvieron unidos a pensamientos de muerte, mi muerte.
Lagrimas que de tan
calladas, están escondidas, enterradas, intentando ser olvidadas. Lagrimas que
en silencio guardan las puñaladas de un corazón triste, roto y apaleado.
Lagrimas de una persona que
ha tenido que esconder sus sentimientos, sus presentimientos y su corazón. Lagrimas
de alguien que se ha sentido apartado, olvidado y apaleado, pero aun así no lo
demuestra.
Lagrimas en fin de soledad,
de tristeza, de falsedad…..
Al final no es malo no saber
llorar, sino que es peor tener el grifo cerrado porque nunca le dejaron llorar
sus lágrimas. Esas lágrimas y esa rabia acumulada se han quedado dentro, en mi
cuerpo. Allí están haciendo de mí un enfermo hasta que cambie de plano lo que
dentro de mí siento.