sábado, 31 de marzo de 2012

Reflexion 19

Después de mucho tiempo vuelvo a coger como punto de apoyo a mi gran amigo Tony de Mello, sus pensamientos son puertas que me van abriendo el  corazón y por eso quiero poner aquí cosas que son buenas para mi, así quien los lea le sentaran bien también.

"Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios"
(Lc. 9,62)

El Reino de Dios es amor. Pero ¿qué significa amar? Significa ser sensible a la vida, a las cosas y a las personas; tener sentimientos hacia todo y hacia todos, sin excluir nada ni a nadie. Porque a la exclusión sólo se llega a base de endurecerse, a base de cerrar las propias puertas. Y el endurecimiento mata la sensibilidad. No te resultará difícil encontrar ejemplos de esta clase de sensibilidad en tu propia vida. ¿No te has detenido nunca a retirar una piedra o un clavo de la carretera para evitar que alguien pueda sufrir daño? Lo de menos es que tú no llegues nunca a conocer a la persona que va a beneficiarse de ello, o que no se recompense ni se reconozca tu gesto. Lo haces por puro sentimiento de benevolencia y bondad. ¿No te has sentido alguna vez afligido ante la absurda destrucción, en cualquier parte del mundo, de un bosque que nunca ibas a ver ni del que te ibas a beneficiar jamas? ¿No te has tomado nunca más molestias de las normales por ayudar a un extraño a encontrar la dirección que buscaba, aunque no conocieras ni fueras nunca a volver a ver a esa persona, simplemente por haber experimentado un sentimiento de bondad? En esos y en otros muchos momentos, el amor ha aflorado a la superficie en tu vida, haciendo ver que se hallaba en tu interior esperando ser liberado.

¿Cómo puedes llegar a poseer esta clase de amor? No puedes, porque ya está dentro de ti. Todo lo que tienes que hacer es quitar los obstáculos que tú mismo pones a la sensibilidad, y ésta saldrá a la superficie.

Esos obstáculos a la sensibilidad son dos: La opinión y el apego. Hablemos primero de la opinión. En cuanto tienes una opinión, ya has llegado a una conclusión acerca de una persona, una situación o una cosa. Te has quedado fijo en un punto y has renunciado a tu sensibilidad. Te has predispuesto, y ya sólo verás a esa persona o cosa desde tu predisposición o prejuicio. En otras palabras, vas a dejar de verla para siempre. ¿Y cómo puedes ser sensible a alguien que ni siquiera ves? Piensa en una persona a la que conozcas y haz una lista de las numerosas conclusiones, positivas o negativas, a las que hayas llegado y sobre la base de las cuales te relacionas con ella. En el momento en que digas: "Fulano es inteligente", o "cruel", o "desconfiado", o "cariñoso", o lo que sea, en ese mismo momento ya has endurecido tu percepción, te has formado un pre - juicio y has dejado de observar a esa persona en su constante devenir; es algo análogo al caso del piloto que se pusiera a volar hoy con el informe meteorológico de la semana pasada. Examina con mucho cuidado dichas opiniones, porque el simple hecho de comprender que se trata de opiniones, conclusiones o prejuicios, no reflejos de la realidad, hará que desaparezcan.

En cuanto al apego, ¿cómo se forma? Ante todo, proviene del contacto con algo que te ocasiona placer o satisfacción: un auto, un moderno aparato anunciado de manera atrayente, una frase de elogio, la compañía de una persona... Viene luego el deseo de aferrarte a ello, de repetir la gratificante sensación que esa cosa o persona te ha ocasionado. Por último, llegas a convencerte de que no serás feliz sin esa cosa o persona, porque has identificado el placer que te proporciona con la felicidad. Y ya tienes un apego con todas las de la ley; un apego, que inevitablemente, te hace excluir otras cosas y ser insensible a todo cuanto no forme parte de él. Consiguientemente, cada vez que tengas que dejar el objeto de tu apego, dejarás con él tu corazón, que ya no podrás poner en ninguna otra cosa. La sinfonía de la vida prosigue, pero tú no dejas de mirar atrás, de aferrarte a unos cuantos compases de la sinfonía, de cerrar tus oídos al resto de la música, produciendo con ello una desarmonía y un conflicto entre lo que a vida te ofrece y aquello a lo que tú te aferras. Y vienen a continuación la tensión, la ansiedad, que constituyen la muerte misma del amor y de la gozosa libertad que el amor conlleva. Y es que el amor y la libertad sólo se encuentran cuando se sabe disfrutar de cada nota en el momento en que ésta se produce, pero sin tratar de apresarla, a fin de mantenerse plenamente receptivo a las notas siguientes.

¿Cómo liberarse de un apego? Muchos suelen intentarlo por medio de la renuncia. pero renunciar a unos cuantos compases de la sinfonía, hacerlos desaparecer de la consciencia, origina precisamente la misma clase de violencia, , conflicto e insensibilidad que el aferrarse a ellos. Lo único que se consigue, una vez más, es endurecerse. El secreto reside en no renunciar a nada ni aferrarse a nada, en disfrutar de todo y permitir que todo pase. Y esto ¿cómo se hace? A base de muchas horas de observar el carácter corrompido y viciado del apego. Por lo general, lo que haces es centrarte en la emoción, en la ráfaga de placer que el objeto de tu apego te produce. ¿Por qué no intentas ver la ansiedad, el sufrimiento y la falta de libertad que también te ocasiona, a la vez que la alegría, la paz y la libertad que experimentas cuando desaparece? entonces dejarás de mirar atrás y podrás sentir el hechizo de la música en el instante presente.

Finalmente, echa un vistazo a la sociedad en la que vivimos, podrida de apegos hasta la médula. Porque, si uno está apegado al poder, al dinero, a la propiedad, a la fama, al éxito; si uno busca todas estas cosas como si su felicidad dependiera de ellas, será considerado como un miembro dinámico , trabajador y productivo de la sociedad. En otras palabras, si uno persigue esas cosas con una arrolladora ambición capaz de destruir la sinfonía de su vida y convertirle en un ser duro, frío e insensible para con los demás y para consigo mismo, entonces la sociedad le considerará un ciudadano "como es debido", y sus parientes y amigos se sentirán orgullosos del "status" que han alcanzado. ¿A cuantas personas conoces, de las que llaman "respetables", que hayan conservado esa tierna sensibilidad del amor que sólo la falta de apegos puede proporcionar? Si piensas en ello detenidamente, experimentarás una repugnancia tan profunda que instintivamente arrojarás de ti todo apego, como harías con una serpiente que te hubiera caído encima. Te rebelarás y tratarás de liberarte de esta pútrida cultura, basada en la codicia y el apego, en el ansia y la avaricia y en la dureza e insensibilidad del desamor.
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Es revelador lo que nos dicen estas palabras. Atarnos a lo que tenemos como si ello nos diera la vida. La vida que lo que nos han vendido es una gran mentira pero nos cuesta desprendernos de la misma. Hablo en mi propio conocimiento y en el saber lo que me cuesta desapegarme de las cosas y de las personas.

Al final nos anclamos en recuerdos y sentimientos y se nos hace mas difícil avanzar y evolucionar como personas. Nos cuesta desprendernos de lo que somos para poder cambiar.

Nos hemos anclado en los deseos que nos han inculcado y pensamos que van a ser ellos los que van a conseguir llenar el vacío de nuestra vida y olvidamos como siempre que lo que nos llena esta dentro de nosotros.

Pero con toda la pirotecnia que recibimos del exterior a veces resulta normal que nos cueste ver lo que tenemos dentro de nosotros. ¿Como nos podemos para a pensar con todo los estímulos que nos rodean?

La decisión como siempre recae en nosotros. Somos nosotros los capitanes de nuestra vida y nosotros los responsables de la deriva que queremos llevar. Si seguimos echando balones fuera jamas encontraremos la joya dentro de nosotros.

De nosotros depende.

7º Aniversario

Ya ha pasado otro año mas, al final parece que fue ayer pero el tiempo corre deprisa. Es un momento el de la despedida pero el recuerdo perdura siempre. En este momento en el que su muerte se hace mas lejana va tomando mas sentido su muerte.

Hemos puesto días de separación entre medios pero este tiempo me ayuda a sentirme mas cerca de el. Con la perspectiva que tengo ahora comprendo mas todo lo que le sucedió, como era. En definitiva ahora puedo saber mejor como era el.

Ha pasado el tiempo y aun me atormenta la idea de poder acabar como el. Yo que como carácter lo herede muy parecido pienso en que me pueda afectar el cancer como le ocurrió. Lo intento quitar a menudo de mi cabeza y no hacerme a la idea pero de vez en cuando me vuelve la idea.

Intento no hacer las cosas que el hizo, aunque a veces caigo en ellas. Pero lo que estoy intentando con todas mis fuerzas es mantenerme feliz y activo. Quiero seguir alegre y olvidarme de la parte triste de la vida. Si se que existe pero no quiero que sea parte de mi vida.

Hay momentos de lucha para conseguirlo pero quiero vivir alegre y si llega la tristeza que se vaya como viene. Me da pena en estos momentos pensar en lo joven que murió mi aita, pero por otro lado se que yo no podía hacer nada para cambiarlo.

La cantidad de tiempo que me pase pensando en el, en como se sentiría. La verdad ha pasado el tiempo y siento que ha dejado una huella imborrable en mi corazón. Podía tener sus defectos, como todos, pero para bien o para mal se hacia querer.

Siento que aunque no esta aun su presencia me acompaña y que se cuela en mis sueños y pensamientos. Ahora que no esta tangible lo siento que me reconforta a diario y eso me alegra aun mas. Tengo la sensacion de que hace siete años perdí a alguien que le toco ser mi padre y ahora tengo de el un amigo que me escucha y que me acompaña y gracias al cual estoy aprendiendo a rehacer mi vida.

A mi su muerte me abrió los ojos y me ayudo mucho, es mi experiencia y lo que yo siento. Cada persona que lo conoció seguro que tuvo una experiencia diferente de el. Se que no fue malo, sino que actuó con lo que tenia como nos pasa a nosotros a diario.

Uno solo puede dar lo que tiene. Solo nos falta saber que tenemos para dar mas de lo que creemos. AITA DONDE ESTÉS GRACIAS POR TODO.