viernes, 25 de febrero de 2011

Soledad

Que sentimiento este que nos embarga a casi todos. Junto con el del amor de los que mas paginas ha llenado y de los que mas nos agarra al corazon. Esa sensacion de vacio en el estomago y en el corazon que nos embarga cuando este sentimiento llega a nosotros.

Para mi este sentimiento resulta indescriptible, pues lo siento en mi y lo reconozco en los otros. No lo puedo evitar lo siento en mi alrededor. Es una sensacion de vacio, como de abandono del que tienes a tu lado, es como sino existiera.

Tenemos tantas soledades. La de los amigos, la de los familiares, la de los amores que se han ido. Pero estas soledades las alimentamos nosotros. Son penas que alimentamos con nuestras lagrimas, con nuestros pesares y nuestra tristeza.

Ademas la soledad del abandono la tenemos instaurada tambien. Nuestros mayores son los que mas la sufren, son objetos de paso en estos ultimos dias que les quedan. Yo pienso que tenemos que disfrutar y conocer a la gente en todas sus edades.

Si no lo hacemos asi podemos resultar imprescindibles en cualquier momento y en cualquier edad. Sino respetamos lo que tenemos alrededor y lo queremos como es al final seremos una sociedad pasota. No hagamos a los demas lo que no queremos que nos hagan.

Todos necesitamos amor y atencion. Todos notamos la falta en nuestro corazoncito. Somos personas cariñosas aunque queramos vender lo contrario. Podemos amar y ser amados.

Me quiero despedir con Antonio Machado y una de sus Soledades. Que bien describia los sentimientos este gran poeta!! Que bellas palabras dejo escritas!!!

II

He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.
Antonio Machado