martes, 28 de junio de 2011

Ese pequeño tesoro.

En esta sociedad en la que vivimos, en la cual valoramos tanto lo material, lo que se vende para fuera hemos olvidado la parte material mas importante.

Si nos hemos olvidado de nosotros. Buscamos cada vez trofeos exteriores pero no nos damos ninguno a nosotros mismos. ¿Cuantas veces nos decimos que nos queremos? ¿Cuantas veces nos hacemos regalos a nosotros mismos? ¿Cuando nos mimamos de verdad?

Miramos a nuestro interior y nos damos cuenta con terror que no nos responde nadie. Nos hemos olvidado de fortalecernos interiormente, nos hemos olvidado de la persona mas importante que tenemos que cuidar. Ese niño interior que deberiamos querer como nuestro lo tenemos olvidado.

Parece que crecemos y no necesitamos cariño y amor, y es justamente al reves cuanto mas crecemos mas necesitamos que nos recuerden lo que valemos y que nos lo recordemos nosotros mismos.

No podemos dar nada que no sintamos de verdad dentro de nosotros. Todo lo que reflejamos hacia fuera esta dentro de nosotros y no vemos al final reflejado mas que lo que nosotros queremos ver.

Dudamos de que nos merezcamos ese amor, incluso lo cuestionamos. Un padre a su hijo le da todo el amor que tiene de forma incondicional y nosotros tambien nos tenemos que querer asi para poder querer igual a los demas.

El que se sienta intrasigente con los demas lo mas seguro que sea intransigente consigo mismo. La misma tolerancia que expresamos hacia fuera la tenemos hacia nosotros. Y al final lo que nos viene de vuelta es reflejo de lo que hemos provocado nosotros mismos.

Dixit.