domingo, 16 de enero de 2011

Sobre Dios.

Hoy tengo ganas de hablar de un amigo, un colega, un soñador. Alguien que me acompaña y os acompaña aunque no nos enteramos. Este acompañante que nos quiere hagamos lo que hagamos, aunque nos cueste creerlo.

Por momentos tambien dudo de el y me pregunto, de verdad esta para ayudarme? Lo que tiene esta pregunta es que al final me vuelve a mi. Cuando yo ayudo sin esperar nada a cambio es cuando mas cerca de el me siento. A muchos les podra parecer rollo mistico aunque se que es asi por lo menos para mi.

Cada uno de nosotros tenemos alguna forma de sentirnos en comunion con el. Lo podemos llamar de maneras diferentes pero al final el resultado es sentirse a su lado. Lo que nos llena, lo que hacemos con devocion y amor son cosas que nos mantienen a su lado.

Desde abrazar al ser querido, escuchar a un amigo son formas de sentirnos en comunion con Dios. Puede sonar a patrañas pero es verdad que al hacer estas cosas sin ningun interes abandonamos nuestras penas y preocupaciones y nos hacen sentirnos mejor.

Todo lo que nos hace sentirnos egoistas, doloridos, nos aleja de Dios. No debemos dejar que eso ocurra. No debemos caer en lo que nos separe de su lado. Todos somos Dios y lo tenemos siempre a nuestro lado. Todo lo que nos rodea esta lleno de el.

Lo que ocurre es que nos averguenza pedir. Creemos que Dios es alguien que esta para servirnos y es al reves. Todo lo que hacemos por el nos vuelve como ocurre con la suerte. La vida no es una partida de cartas marcadas sino una partida de amigos.

Vivimos con los ojos cerrados y el principal ojo que tenemos cerrado es el tercer ojo , el ojo del alma. No sabemos mirar mas alla de la apariencia fisica. Nos cuesta mirar mas alla. Buscamos la notoriedad, el imponernos en fin ser alguien cuando al final mas se recibe es al actuar con humildad.

Este camino es arduo. Alegra pensar que en el no estamos solos. Nos acompaña Dios y una humanidad de pequeños dioses. Con el mismo buen corazon y con el mismo amor.

Sobre el bien y el mal.

Cuanto tiempo oiendo que si alguien es bueno, que si alguien es malo. Tanto tiempo para al final darte cuenta que en realidad no importa. Hemos vivido engañados y perseguidos por el pecado. Escondiendo lo que nos hace sentirnos mal, cuando en realidad escondenos una parte de nuestro ser.

Hemos vivido tanto el que diran que nos hemos convertido en expertos juzgadores. Aunque nos olvidamos que juzgando somos juzgados tambien. Lo bueno y lo malo son dos caras de una misma moneda, la moneda en si.

Hace tiempo que intentan restringir nuestra mirada y nuestro pensamiento. Nos hacen participes de ideas separatistas. Nos hacen creer que existe solo una realidad, la nuestra. Aunque en realidad vivimos la misma realidad que la manada.

Nos hacen creer que siendo de la manada somos buenos y queridos. Haciendo lo contrario abandonamos la manada y somos rebeldes. Rebeldes de pensar diferente, de actuar diferente. O raros como diria Fito. Pero en realidad la que se engaña es la manada.

Lo que quieren conseguir y logran muchas veces es que actuemos como una manada separatista, racista y de mente cerrada. Cuando en realidad lo que nos pide todo nuestro ser es expresarnos libremente. Somos espiritus libres que necesitan desarrollarse. Cuando nos hacen participes de la manada abandonamos nuestro ser.

Lo unico que es realmente malo es aquello que no nos hace sentirnos felices. Debemos de poder vivir sin miedo al que diran, sin pensar si vamos a ser juzgados. No existe un bueno o malo es algo que nos han enseñado a crear y que nosotros potenciamos. Si no alimentamos ese mentira no la necesitaremos mas. La solucion al problema esta en nosotros pues nosotros lo creamos.

Asi que la pelota como siempre esta en nuestro tejado. Bajemosla y juguemos con ella con espiritu de niños y sintiendonos libres.