¿Cómo se le llama a la gente
que permanece en nuestro corazón aunque no sepamos de ella?
¿Cómo se dice de la gente
que nos acompaña y recordamos a pesar de la distancia?
Yo solo los se llamar gente
especial. Si especial porque son parte de mi vida y se hacen presentes para que
me dé cuenta de lo importante que soy para ellos y todo lo que me quieren.
Esta gente da lo mismo donde
este, lo que esté haciendo, siempre está en mi pensamiento, son parte de mi
persona.
A este gente la amo por lo
que significan para mí y porque ellos verdaderamente me conocen. Son esas
personas que con una sola mirada te comprenden, con una sola palabra te calman
y que con su sola presencia te alegran el día.
He tenido el gusto de
ponerme en contacto de nuevo con una de esas personas. El me ha conocido desde
siempre y él como yo nunca me ha olvidado. Es imposible olvidar cuando has
estado unido a alguien desde pequeño, es imposible.
Quien crea que los lazos se
rompen tan fácil se equivoca. Las relaciones que creamos son por algo y negar
lo que sentimos solo agrava el miedo que nos hacemos.
La gente que nos quiere que
nos remueve nuestros cimientos es la que merece la pena. Quien nos quiere ver
crecer y madurar pensara para nosotros siempre lo mejor. Quien nos quiere
acomodados solo nos quiere así para no tener que avanzar el.
Los amigos nos conocen bien
y aunque nos digan cosas que no nos apetece escuchar lo hacen siempre por
nuestro bien.
Al final lo que nos hace
evolucionar es lo que nos remueve la tierra bajo nuestros pies.
Últimamente me doy cuenta
que me resulta ser completamente sincero conmigo mismo, pero también me parece
normal. La resistencia siempre está allí presente, todos conocemos nuestras
debilidades, nuestros miedos, nuestros sufrimientos.
Cuesta soltar lastre. Entre lo
que tenemos programada, entre lo que nos controlamos.
Aunque pasa por mi cabeza
mil veces subir al monte a gritar, otras tantas veces uno se apacigua pensando
que tonterías se le pasan a uno por la cabeza.
Pensando fríamente nos
cuesta querernos y cuidarnos mucho. Pero al final es parte de la enseñanza que
nos han dado. Estamos programados para no llorar, para no sentir, para
tragarnos todo lo que sentimos, para no decir lo que pensamos…………
No me extraña que enfermemos
y muramos como víctimas de nuestra propia ignorancia.
Más hacer y menos decir. Y
soltar cullons que nuestra mente y nuestro cuerpo no son un basurero y los
tenemos que querer y cuidar.