Buenos días familia
Os escribo esta carta después
de ver lo de vuestros planes de reuniros.
No he querido
contestaros nada porque esos planes me remueven y mucho después de lo que ha
ocurrido en las celebraciones familiares de cara a mi familia.
En las bodas todos habéis
ido a las bodas que se han celebrado menos a la de mi hermano y la mía, eso me
duele y mucho. Hay ciertas circunstancias que las puedo perdonar porque las
comprendo porque a mí también me han sucedido pero otras me parecen
imperdonables y de absoluta hipocresía.
Siento que aunque mi
padre ya murió aun siguen coleando sus palabras aunque nadie entienda aun lo
que es tener alguien cercano a ti de enfermo de cáncer.
A ninguno de vosotros
se os ha puesto enfermo terminar un hermano, un primo, un padre y aun así os sentís
los superiores y os sentís con derecho a juzgar sin haber vivido la situación.
Nadie se puede poner en
la piel del otro pero se puede hacer una idea de lo que puede sentir. Mi padre
estuvo muy muy muy enfermo y no solo por la enfermedad sino porque nunca quiso
afrontar lo que ella entrañaba. No quería nada con su familia cercana o sea mi
madre, mi hermano y yo. Y más significativo ni con su familia ni hermanos, ni demás
parientes, el decidió morir solo.
El decidió hacer de su
vida otro cáncer. El decidió aislarle de los que queríamos ofrecerle comprensión
y ayuda. Y duele y mucho pensar que se le ha creído a alguien terminal antes
que a sus familiares que vivíamos todos los días junto a él.
La enfermedad es dañina
y la muerte también y al final necesita la misma comprensión el que está
enfermo como el que convive con él.
Yo sé que mi madre no
lo pasó bien, ni yo tampoco lo pase bien. Sé que se iba a morir y me dolía no
poder hacer nada para cambiarlo. Pero yo no era el que tenía que cambiar era mi
padre.
Yo aproveche esos años
que me dio su enfermedad de regalo para conocerle, para volver a hacerme su
amigo. Todos los años que estuve trabajando perdí a un padre y no lo conocía para
nada. A raíz de su enfermedad hice por comprenderle y aceptarle y entender lo
que le pasaba por la cabeza.
Yo se que él nunca
quiso afrontar la realidad de porque estaba enfermo, el nunca se considero un
enfermo de cáncer y eso fue lo que le dilapido. Negó su propio ser y se murió en
vida.
Lo
entenderéis lo que os digo cuando sintáis la muerte de cerca, cuando sintáis su
espada pender sobre la cabeza de un ser que queréis todos los días, hasta ahora
solo sois espectadores de la vida de otro. Cercano o no nunca tanto como para
afectaros.
A mí me hicieron el feo
de no venir a mi boda cierta gente que creo que estaban en deuda conmigo por
haber ido a su boda estando mi padre muy mal y no queriendo dejarlo solo.
Hablo de los Salazar,
por su capricho que es como lo considero ahora tuvimos que ir a la boda de
primo cuando no nos apetecía, cuando sentíamos que se nos caía el mundo encima.
Hicimos mi madre y yo de tripas corazón y allí estuvimos dando el tipo para
darle el gusto a alguien.
Llego la hora de la
contrapartida y esa gente (NINGUNA) apareció a mi boda. A mi ya no me sirven
excusas de vacaciones, embarazos y demás palabras, pues cuando no se cumple y
no se hace lo que se debe solo se convierten en palabras.
Todos somos mayores y
sabemos lo que tenemos y no tenemos que hacer. Nadie nos tiene que decir.
Sobre todo me duele más
cuando mi queridididisimo primo Aitor el día de su boda me prometió que estaría
en la mía cuando me casara. Como siempre las promesas como las palabras se las
llevan el viento. Qué fácil es reprochar a otro cuando no ha cumplido pero
pronto olvidamos lo que nosotros no hemos hecho.
Ya van hacer pronto
cuatro años desde que me case y no he recibido de esa gente por llamarlas de
alguna forma ni una felicitación ni una disculpa. Nadie de esa familia apareció
y de esa familia que es tan grande no apareció sino una primera parte.
Yo me siento
decepcionado, triste, rabioso, por la situación que se dio.
Siento que fui tratado
de forma injusta y cada vez que pienso en juntarme con ellos solo me sale una
palabra, No. Lo siento, no puedo olvidar lo que me hicieron. Les perdono pero
ni yo ni mi esposa los queremos ver, simplemente porque nos respetamos.