viernes, 18 de febrero de 2011

Conflictos

¿Existen los conflictos? ¿Nos sentimos conflictivos?

Se que podemos responder a las dos preguntas que si, lo que ocurre es que nos han enseñado a callarnos, y nos han hecho creer que seremos mejor valorados si nos callamos y no nos quejamos. Asi vamos creando situaciones de rabia e impotencia.

Nos han hecho creer que es mejor callarse lo que uno se piensa porque se puede ofender. Y nos han enseñado a exteriorizar esa ofensa a espaldas de quien nos ofende. Vivimos en el mundo de la ocultacion y el secretismo.

Nos tenemos que callar lo que pensamos, no nos podemos quejar. Tenemos que ser animales de manada para que nos quieran. Menudo chantaje que tenemos! Menuda educacion que nos han inculcado!

Se comprueba con el paso de los años que esta educacion no da el resultado correcto. Tanto callar, tanto retener nos pone enfermos. Nos crea frustracion e impotencia. Nos hace sentir debiles y nos quita energia y ganas de vivir.

Nos han enseñado a que hay que ser conciliador pero sin conflicto. Entonces, ¿como tenemos que mostrar nuestro desacuerdo? ¿cual es nuestra salida posible? ¿tenemos asi algun derecho?

Esta educacion y esta sociedad poco a poco coarta nuestra libertad, nos hace libres de pacotilla. Es una libertad de boca pequeña. No podemos decir lo que pensamos abiertamente. Si lo decimos tiene que ser con personas que piensen como nosotros.

Porque sino seremos juzgados, vilipendiados por los que defienden la toleracia. Es demasiado ironico esto para escribirlo en estas lineas pero es la realidad. Debemos de comernos nuestro veneno, callarnos lo que pensamos y ademas admitirlo.

Nadie en su sano puede permitir sentirse coartado. Nadie puede permitir que le chantajeen sus sentimientos por lo que piensa. Esa vieja idea de que se va ser querido por lo bueno que se sea. Creo que la recordaremos todos.

Eso es un chantaje en toda regla, una forma de maltrato. Podemos querer pensar que no, pero la verdad es que si. Al pensar en esto ya se que nos duele. Nos duele pensar que nos han hecho daño y nos duele pensar que no hemos podido ser libres.

Somos libres de decir lo que pensamos. Si, ya se que surge la otra pregunta, ¿como decirlo? Si, conviene medir las palabras pero hay que decirlo y que no sea por venganza pero creo que a estas alturas somos todos conscientes de ello.

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