jueves, 24 de febrero de 2011

Que va a ser de mi.

Tenia ganas de incluir a mi amigo y poeta Ismael Serrano, ya se que algunos que leeis estas lineas no os gusta y lo entiendo a todos no nos puede gustar. El otro gran poeta Joaquin Sabina tambien lo incluire entre estas letras, pero hoy le toca a una letra mitica.

Las letras de sus canciones me han transmitido desde que la conoci la tranquilidad que necesitaba. Quizas sea demasiado suave y hasta monotono, pero por favor que siga igual. Sus letras me mecen, me relajan, me trasladan a un estado casi divino.

Me encanta como plasma el amor en todas sus letras. Me encanta la musica de una gran mayoria de sus discos. Muchas de sus canciones me han llegado al alma. Eso no significa que os tenga que gustar. Solo digo que a mi me encanta.

Tengos canciones que llevo en mi alma, os las ire poniendo poco a poco entre estas lineas.

El titulo de esta entrada es un titulo de una cancion suya mitica para mi y es una pregunta que me recorre ultimamente todo mi ser. Pues no se que me va a deparar el destino. Ahora mismo camino en el camino del desconcierto. No se por donde aparecera mi verdadero sitio.

Este tiempo de inactividad me esta sirviendo para reflexionar, para sentirme mejor. Estoy empezando a ver mis zonas oscuras y estoy pasando por momentos malos lo se. Pero creo que este navegar interno me esta ayudando a conocerme y a darme cuenta que cosas que pensaba olvidadas las sigo teniendo grabadas a fuego.

No es ningun consuelo pero si es el reflejo de mi realidad interna. De algo que no he querido mirar y que ahora empiezo a ver con todas las consecuencias. Espero que forma de luchar sea la definitiva. Tanto tiempo de reflexion se tiene que empezar a notar.

VERTIGO

Recibiré postales del extranjero,
tiernas y ajadas, besos, recuerdos.
¿Cómo están todos? Te echo de menos.
Cómo pasa el tiempo...


Seremos otros, seremos más viejos,
y cuando por fin me observe en tu espejo,
espero al menos que me reconozca,
me recuerde al que soy ahora.


Aquellas manos, aquella mujer,
aquel invierno no paraba de llover,
perdona que llegue tan tarde,
espero saber compensarte.


Estás tan bonita, te invito a un café,
la tarde es nuestra, desnúdame.
Tras el relámpago te decía: "Siempre
recogeré flores en tu vientre".


Otro hombre dormirá contigo
y dará nombre a todos tus hijos.
Ven, acércate a mí,
deja que te vea,
que otras primaveras
te han de llevar muy lejos de mí.


Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.
¿Me escucharás, me buscarás,
cuando me pierda
y no señale el norte
la estrella polar?


Las frías mañanas en la facultad,
tú casi siempre huías conmigo al bar,
y me enfadaba si preferías
el aula a mi compañía.


Sobre la mesa botellas vacías,
qué sano es arrancarte esa risa,
y ahora cambiemos el mundo, amigo,
que tú ya has cambiado el mío.


¿Qué haré cuando te busque en la clase,
y mi eco me responda al llamarte?
Otros vendrán y me dirán
que te marchaste,
que te cansaste
ya de esperar.


Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.
¿Me escucharás, me buscarás,
cuando me pierda
y no señale el norte
la estrella polar?


Y la ronquera, los traicioneros nervios,
que me atacan antes de cada concierto,
viejas canciones, antiguos versos,
que espero retenga algún eco.


Y en el futuro espero, compañero, hermanos,
ser un buen tipo, no traicionaros.
Que el vértigo pase y que en vuestras ventanas
luzca el sol cada mañana.


Pero basta de lamentos,
brindemos, es el momento,
que estamos todos
y no falta casi nadie,
que hay que apurar
la noche que acaba de empezar.


Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.
¿Me escucharás, me buscarás,
cuando me pierda
y no señale el norte
la estrella polar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario