domingo, 20 de febrero de 2011

Si los besos curaran...

Despues de un dia bueno hoy empieza otro mejor. Ayer fue dia de descanso en la escritura pero merecio la pena el descanso. Compenso con creces el dia. No acompaño el tiempo pero ayer el tiempo no importaba era un dia para reencontrarse.

Eso si maldita de Ley de Murphy que hace florecer mis sentimientos mas sensibles cuando estoy agusto. Ayer entre el dolor de cabeza y las ganas de llorar no sabia que pensar de mi. Ahora que mas entro en mi propio infierno menos lo puedo controlar.

Poquito a poco le estoy dando via libre para que salga y veo que lo tengo todo aun a flor de piel. Sentimientos que quiero olvidar no puedo con ellos y me vuelve y me envuelven. Es una sensacion de algo que no puedo soltar que se agarra a mi.

Pensaba que ese daño que ese maltrato no habia hecho tanta mella en mi pero me doy cuenta que lo tengo grabado a fuego. Para que luego digan que los niños no son crueles. El recuerdo de esos años de escuela vuelven a mi y son los que me estan provocando estas lagrimas en los ojos.

Por lo menos se de donde vienen y para mi identificarlos es una gran avance. Siempre me ha costado mucho ponerles nombre a las cosas que siento. Siempre me he sentido atrapado en el miedo de no poder decir lo que siento.

Al final se demuestra que las lagrimas nos humanizan. Al mostrarnos francos y sinceros con nosotros mismos tambien lo hacemos con la gente de nuestro alrededor. No podemos prentender engañarnos y que el resto de la gente nos crea.

Ahora quiero hacer un inciso, una reflexion cara al mundo. 

Esta frase la escuche el Domingo pasado en la gala de los Goya. Hablo de la frase del titulo. La frase hace mencion en si a un niño enfermo, pero creo que todos los estamos un poco, a todos nos haria falta un millon de besos para sentirnos mejor.

No solo para curar la enfermedad, sino tambien la soledad, la pena del corazon, la sensacion de abandono. Todos andamos faltos de besos y caricias. En este mundo de tanta comunicacion exterior cada vez tenemos mas olvidado el corazoncito interior.

Nos hemos convertido en personas de fachada fria e impenetrable. Somos parcos en palabras y pobres en gestos. Nos tenemos que proteger de todo y de todos. A veces que son muchas se nos olvida que necesitamos el cariño de la intimidad.

Pero en esta sociedad parece que el querer esta unido al sentimiento de mendigar. Somos ricos en pertenencias pero pobres en sentimientos de amor. Nos cuesta darnos y nos endurecemos por momentos. Si conseguimos abrir nuestro corazon un poco habremos empezado a hacer camino.

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