lunes, 18 de abril de 2011

Las bailarinas

Desde siempre me ha gustado la gracia con la que se mueven, esa gracilidad que demuestran. Son firmes y flexibles, son como arcos en danza. Son cuerpos dibujando formas son graciles y fragiles.

Pero detras de todos esos movimientos hay mucha disciplina, mucha dedicacion, mucho amor. Llegar a la perfeccion es imposible pero ellas lo intentan. Ensayan sin parar, sin decaer en el esfuerzo. Sacan fuerzas de todos los poros de su piel.

Son bellas y fuertes, fragiles y duras. Son gente hecha de otra pasta. Aman lo que hacen y por eso les tengo un cariño especial. El arte de manera vocacional llega al fondo de mi alma. Esa dedicacion hecha con amor me parece muy loable.

Nosotros tambien nos podemos dedicar asi a todo lo que hacemos, dando parte de nosotros a lo que estamos haciendo. Poder olvidar nuestro ser y darlo por entero al objeto de nuestra devocion o aquello que nos apasiona.

Esa pasion que refleja el artista nosotros tambien la podemos plasmar en todo lo que hacemos. Lo que nos hace falta es considerarlo lo suficientemente importante para dedicarlo todo a ello. Si al final queremos que algo sea un reflejo nuestro tenemos que poner de nuestra parte.

Tenemos que comportarnos como artistas en nuestra vida cotidiana. Darlo todo en nuestra pasion y no dejarnos nada dentro. Buscar en nuestro interior nuestra pasion y dar todo lo que tengamos a eso. Buscar una forma asi de abandonarnos a los problemas del dia y poder abrirnos a algo mas grande que nosotros.

Para asi poder perder la nocion del tiempo, la nocion de nosotros mismos. Poder asi atravesar fronteras y barreras. Poder ser libres y felices haciendo aquello que amamos y deseamos con todo el alma.

Lo vemos en ellas, las bailarinas. Lo vemos tambien en el resto de artistas los cuales se abandonan a todo cuando estan viviendo intensamente su pasion. Nosotros tambien podemos hacerlo, no somos diferentes solo hemos olvidado las cosas que nos apasionan.


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