En ellos se nos aparece aquello que deseamos en nuestro interior y aquello que escondemos. Nuestros sueños son un reflejo de nosotros mismos, pues en ellos podemos hacer cosas que creemos que en la vida real no podemos hacer.
En ellos nos sentimos libres, nos sentimos agusto y sabemos que pase lo que pase en ellos no nos producira ningun daño. Por eso es tan recomendable soñar y si se quiere se puede soñar con aquello que se desea por muy descabellado que nos pueda parecer.
Hay una obra de teatro, LA VIDA ES SUEÑO, que lo refleja muy bien y donde sus palabras son sabias. Al final en nuestros sueños reproducimos aquello que deseamos, aquello que nos pide el cuerpo. Lo que ocurre es que no nos paramos a pensar porque no los pide.
Desear algo no es mal, llenar ese deseo es parte de nosotros. No es un fin en si mismo pero es un camino para nosotros. Ellos pueden expresar lo que necesitamos y lo que no nos damos cuenta que nos falta.
Pueden servir para abrirnos los ojos. El reconfortante dormir de la noche nos puede abrir mil puertas hacia nuestro inconsciente y saber asi poco a poco de nosotros. Puede parecer una tonteria pero continuamente recibimos señales pero no nos paramos a reflexionar en ellas.
Luego nos ocurren cosas y nos preguntamos el por que. Pero no podemos esperar que sea demasiado tarde para todo. Todas estas señales: sueños, enfermedades. accidentes pasan por algo y ocurren para que aprendamos algo.
Esta vida si nosotros queremos nos abre el camino y si seguimos las señales de ese camino podemos saber a donde nos toca llegar. No es solo caminar sino tambien encontrar el propio camino. Andamos sin prisas y sin preocupaciones pero lo hacemos para algo.
Y al final de esta vida nos toca aprender y disfrutar pero para eso tenemos que ir con los ojos abiertos y las manos en los bolsillos, sin preocupaciones pues todo el camino esta marcado y si se nos olvida vuelven las señales a nosotros.
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