lunes, 14 de marzo de 2011

Escuchar, empatizar.

Se nos atropellan las palabras mientras intentamos convencer al otro. Estamos tan convencidos de nuestra verdad que muchas veces se nos olvida que existe la de los demas. Pensamos que la verdad que gobierna nuestra realidad es la que deberia ser para el resto del mundo.

Pero nos equivocamos, pues la verdad como la realidad tiene mas de una cara. Nuestra verdad es valida para nuestra vida pero necesariamente para la de los demas. Les puede valer algo pero no todo por decreto ley.

La realidad la componen diferentes verdades y la unica verdad con mayusculas esa es Dios. Todas las demas pueden considerarse pequeños fragmentos de verdad. Nosotros aun no somos capaces de captar toda la realidad.

Ademas con la mania que tenemos de olvidarnos de escuchar aun nos cuesta mas. Sobre todo esto en nuestra cultura española se da mucho. Por intentar convencer al otro no dejamos hablar, nos cuesta escuchar.

La empatia y el escuchar suponen en fin en poder comprender lo que nos quiere decir el otro. Nadie nos quiere convencer, solo queremos ser escuchados. Pecamos de falta de atencion tanto en pasiva como en activa.

No nos libramos ninguno. Tenemos la sensacion de que todo nos viene impuesto y entonces estamos en situacion de lucha continua. Nos estamos protegiendo. Protegemos nuestra razon y nuestra palabra intentando imponernos al otro.

Nos tenemos que dar cuenta de lo que hacemos. Esta bien poder expresarse libremente, poder opinar. Pero no necesitamos convencer a nadie de lo que pensamos. Nuestra realidad nos pertenece y es susceptible de poder cambiar.

Todo es variable, puede cambiar nuestro punto de vista y asi cambiar mi realidad. Todo se puede confrontar tenemos que estar abiertos al dialogo. El dialogo escuchando nos enseña a convivir. Si podemos hablar y tenemos orejas para escuchar, es por algo.

No podemos pensar en continuos monologos. Nuestras palabras al final se las llevara el viento y al final que nos quedara es el recuerdo y el tiempo compartido con esa persona. Nuestros pensamientos al final nos separan de las personas.

Nos cuesta abrimos mostrarnos tolerantes. Queremos ser comprendidos pero nos cuesta comprender. Libramos batallas para gastar energias de manera improductiva. Con lo alegre que me siento con solo estar contigo porque tenemos que perder energias y tiempo en discutir. ¿Por que?

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