miércoles, 9 de marzo de 2011

Palos y piedras no pueden herirme, pero tus palabras si.

Puede parecer una tonteria pero un simple comentario, o que te digan que algo no te lo tomes a mal, puede llegar a provocar lo contrario. Que te digan un comentario pero ya sabes sin animo de ofender pero al final la no ofensa te revuelve mas que si te hubieran ofendido.

Yo personalmente prefiero los comentarios a palo seco, sin falsas introducciones ni subterfugios, pues un si pero no me deja con la mosca detras de la oreja y me causa mal cuerpo. Puede parecer una chorrada pero me enseñaron a reaccionar asi.

Prefiero las cosas claras, pues las palabras al final hacen daño. Sino quieres decir algo por miedo de que puede doler es mejor que no lo digas, pues si lo dices es que lo piensas. Puede parecer una tonteria pero es asi.

Si en estas vida no les hubieramos asignado peso a las palabras me callaria pero como no es asi lo debo decir. Todo lo que decimos lo hemos cargado de significado, con lo cual no sabemos lo que piensa el otro de las palabras que decimos.

Con las palabras pasa como con los gustos que hay muchas formas de interpretarlo. Si pensamos que podemos herir es mejor callarnos. Porque por mucho que pienses despues que era mejor no haberlo dicho es mejor no decirlo cuando lo pensabas.

Arrepentimientos a posteriori despues de haber lanzado la bala de la palabra ya no sirve. Las palabras duelen y se recuerdan por mucho tiempo. Se funden a fuego en nuestra memoria y es algo que vuelve de manera recurrente.

La palabra bien usada es una bendicion mal usada es un arma, que puede causar mucho dolor. Lo dije en su dia y lo sigo diciendo nos dan cosas para usar y no nos dicen como usarlas. La palabra es una de esas cosas que tenemos que ir aprendiendo.

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